Biblia Jubileo 2000 1El peso falso abominación es al SEÑOR; mas la pesa cabal le agrada. 2 Cuando vino la soberbia, vino también la deshonra; mas con los humildes es la sabiduría. 3La perfección de los rectos los encaminará; mas la perversidad de los pecadores los echará a perder. 4No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de la muerte. 5La justicia del perfecto enderezará su camino; mas el impío por su impiedad caerá. 6La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores en su pecado serán presos. 7Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la esperanza de los malos perecerá. 8El justo es librado de la tribulación; mas el impío entra en lugar suyo. 9El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría. 10En el bien de los justos la ciudad se alegra; mas cuando los impíos perecen, hay fiestas. 11Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos ella será trastornada. 12El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre inteligente calla. 13El que anda en chismes, descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarde íntegro. 14Cuando faltare la inteligencia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay salvación. 15Con ansiedad será afligido el que fiare al extraño; mas el que aborreciere las fianzas vivirá confiado. 16La mujer graciosa tendrá honra; y los fuertes tendrán riquezas. 17A su alma hace bien el hombre misericordioso; mas el cruel atormenta su carne. 18El impío hace obra falsa; mas el que sembrare justicia, tendrá galardón firme. 19Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal es para su muerte. 20Abominación son al SEÑOR los perversos de corazón; mas los perfectos de camino le son agradables. 21Por más pactos que tenga hechos con la muerte, el malo no será absuelto; mas la simiente de los justos escapará. 22Zarcillo de oro en la nariz del puerco es la mujer hermosa y apartada de razón. 23El deseo de los justos solamente es bueno; mas la esperanza de los impíos es enojo. 24Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, mas vienen a pobreza. 25El alma de bendición a los demás será engordada; y el que saciare, él también será saciado. 26Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá; mas bendición será sobre la cabeza del que vende. 27El que madruga al bien, hallará favor; mas al que busca el mal, éste le vendrá. 28El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos. 29El que turba su casa heredará viento; y el loco será siervo del sabio de corazón. 30El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas, es sabio. 31Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador! |