Biblia Jubileo 2000 1Oh Dios de mi alabanza, no calles; 2porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí; han hablado de mí con lengua mentirosa, 3y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa. 4En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba. 5Y pusieron contra mí mal por bien, y odio por mi amor. 6Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra. 7Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado. 8Sean sus días pocos; tome otro su oficio. 9Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda. 10Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos. 11Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo. 12No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. 13Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre. 14Venga en memoria cerca del SEÑOR la iniquidad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado. 15Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria. 16Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo. 17Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. 19Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre. 20Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma. 21Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena. 22Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí. 23Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento como langosta. 24Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura. 25Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza. 26Ayúdame, SEÑOR Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia. 27Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto. 28Maldigan ellos, y bendice tú; levántense, mas sean avergonzados; y tu siervo sea alegrado. 29Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto. 30Yo alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos. 31Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan. |