Biblia Jubileo 2000 1Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas. 2Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días. 3Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado. 4Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo: Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma. 5Clemente es el SEÑOR y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios. 6El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó. 7Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien. 8Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. 9Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes. 10Creí; por tanto hablé, y fui afligido en gran manera. 11Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12¿Qué pagaré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo? 13Tomaré la copa de la salud, e invocaré el Nombre del SEÑOR. 14Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo. 15Estimada es en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos. 16Así es oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo, yo soy tu siervo, hijo de tu sierva; tú rompiste mis prisiones. 17Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del SEÑOR. 18Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo; 19en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH. |