Biblia Jubileo 2000 1Alelu-JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza. 2El SEÑOR, el que edifica a Jerusalén; a los echados de Israel recogerá. 3El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas. 4El que cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. 5Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; y su inteligencia es infinita. 6El SEÑOR, el que ensalza a los humildes; el que humilla a los impíos hasta la tierra. 7Cantad al SEÑOR con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios. 8El que cubre los cielos de nubes, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba. 9El que da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman a él. 10No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, ni se complace en las piernas del varón. 11El SEÑOR ama a los que le temen; a los que esperan en su misericordia. 12Alaba al SEÑOR, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sion. 13Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti. 14El que pone por tu término la paz; te hará saciar de grosura de trigo. 15El que envía su palabra a la tierra; muy presto corre su palabra. 16El que da la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza. 17El que echa su hielo como en pedacitos; delante de su frío ¿quién estará? 18Enviará su palabra, y los derretirá; soplará su viento, y fluirán las aguas. 19El que denuncia sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. 20No ha hecho esto con las otras naciones; las cuales no conocieron sus juicios. Alelu-JAH. |