Biblia Jubileo 2000 1Oh SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti. 2Entre mi oración en tu presencia; inclina tu oído a mi clamor. 3Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol. 4Soy contado con los que descienden al hoyo, soy como hombre sin fuerza; 5librado entre los muertos. Como los muertos que duermen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano. 6Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en honduras. 7Sobre mí se ha acostado tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. (Selah.) 8Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; estoy encerrado, y no saldré. 9Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos. 10¿Harás tú milagro a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? (Selah.) 11¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu verdad en el infierno? 12¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla, y tu justicia en la tierra del olvido? 13Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración. 14¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí? 15Yo soy pobre y menesteroso; desde la juventud he llevado tus temores, he estado medroso. 16Sobre mí han pasado tus iras; tus espantos me han cortado. 17Me han rodeado como aguas de continuo; me han cercado a una. 18Has alejado de mí al amigo y al compañero; y mis conocidos has puesto en la tiniebla. |